Se tardó mucho tiempo en reconocer a los corales y organismos relacionados como animales. El parecido entre las anémonas marinas y las flores llevó a los humanos a mirarlas como plantas hasta el siglo XVIII. Y lo mismo ocurría con las formaciones de coral duro, consideradas formaciones rocosas durante mucho tiempo.
Pero las formaciones de coral duro, también llamado coral piedra, son estructuras formadas por seres vivos, los pólipos, que producen un esqueleto calcáreo externo al que se adhieren fuertemente. Las sucesivas generaciones de pólipos construyen capa sobre capa sobre los restos de calcita de sus predecesores y de esta manera el arrecife va creciendo milímetro a milímetro a lo largo de milenios. No en vano , los corales pétreos son conocidos como “los constructores de los arrecifes”.
Escrito por Aurelia Artolachipi
Foto: Manuel Campillo
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