Son unos diminutos crustáceos que constituyen la mayor parte del plancton oceánico. Sin embargo, algunos de ellos son parásitos que infestan un amplio rango de animales marinos, sobretodo cetáceos, peces y moluscos. En la fotografía, nuestro pequeño individuo, se ha instalado sobre un gobio, Braninops yongei, que vive en el coral látigo.
Es un parásito muy destructivo con un efecto muy negativo sobre la condición física y el crecimiento de los peces. Se alimentan de los fluidos de la piel y escamas de los peces, produciendo hemorragias y úlceras así como infecciones secundarias por hongos, virus y bacterias oportunistas, causando el debilitamiento e incluso la muerte de individuos infectados.
Escrito por Aurelia Artolachipi
Foto: Manuel Campillo
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