Estos cangrejos viven en pareja como comensales de las grandes anémonas marinas tropicales. Se mueven entre los tentáculos de su anfitriona, inmunes a su picadura o se esconden bajo el borde del manto de las mismas cuando quieren pasar más desapercibidos.
Todas las especies de esta familia tienen su quinto par de patas modificado, reducido en tamaño y cubierto con finísimos pelillos que conforman una especie de cepillo con el que filtran el agua en busca del alimento planctónico. Presentan manchas coloreadas sobre un cuerpo blanco porcelana. Esto, y la tendencia de estos cangrejos a “romperse con facilidad” (pierden sus pinzas cuando están sometidos a estrés) puede que sea por lo que reciben su nombre común.
Escrito por Aurelia Artolachipi
Foto: Manuel Campillo
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