También llamado reyezuelo tienen una curiosa forma de incuvar los huevos. La puesta de la hembra tiene lugar trás una danza nupcial muy vistosa y los huevos se aglutinan en forma de bola. Una vez el macho los ha fertilizado los acoge en su boca hasta la eclosión.
Esta forma de cría es muy efectiva frente a los depredadores, pero tremendamente agotadora para el macho que no se alimentará durante las casi dos semanas que dura la freza. Estos “padres preñados” son fácilmente reconocibles por sus mejillas cada vez más abultadas y sus mandíbulas distendidas hasta llegar a un momento en que han de permanecer con la boca totalmente abierta para no aplastarlos.
Escrito por Aurelia Artolachipi
Foto: Manuel Campillo
Diciembre +info